domingo, 23 de febrero de 2014

15 minutos



Durante 15 minutos me mire al espejo, tratando de no moverme, tratando de llegar a un sitio, tratando de cambiar de posición sin realizar un movimiento brusco, lento, primero canciones pasaron por mi mente..."si es cuestión de confesar nunca duermo antes de 10 ni me baño los domingos..." todo fluyó y comencé a sentir y observar, tratando de escuchar mi propia respiración, mi propio cuerpo, cada pequeña vibración de mi ser, y me vi, llegue a esa búsqueda interna  que concluyó con la desaparición de los pensamientos, de las canciones, de la cuenta consecutiva, me vi y me dio ganas de llorar, una sensación extraña, buscaba la razón de ese sentimiento y nada, no encontraba la razón y de pronto me dí cuenta, era porque me estaba viendo, realmente me estaba viendo, y me gustó lo que vi, me sonreí y me hablé.

Realmente a veces olvidamos escuchar nuestro cuerpo, este instrumento que se nos ha prestado para vivir y que tiene tantas cosas por decirnos...

No soy experto pero creo que por algo se comienza.



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