Poco a poco a la tenue luz de la habitación
de este lugar que llaman hotel
que feo nombre para el lugar donde compartimos el amor.
Este lugar sin memorias,
sin recuerdos de los paseantes del edén,
este lugar donde los instintos gobiernan, donde los besos callan.
Desnudo esperando el olor de tu piel
desnudo porque el alma no necesita cobijas
solo brazos deseosos de proteger...
desnudo... para saciar mi sed.
Agridulce sabor de amor...
mi dulce satisfacción.
Y se llega al inesperado final
donde la caricias cesan,
donde la soledad regresa,
Las prendas regresan a su lugar adecuado,
al lugar para el que fueron hechas,
a los lugares del que fueron desprendidas con ansiedad, locura, deseo y amor.
Mientras tanto, observando en silencio,
pienso cuanto te quiero.
Nos alejamos otra vez,
dudosos de regresar,
pero al ver tu mirada no hay razón para dudar.
Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario