miércoles, 14 de junio de 2017

La tentación de una diversión descontrolada


Culpo un poco a está sensación de un posible final. ( no me gusta pensar negativamente) cuando uno siente que todo puede acabar quiere vivir al máximo todo, de una manera mis emociones tienen la necesidad de exponerse y potenciar cada sensación.

Desde que comencé a sentir que algo andaba mal en mí comencé a decir y hacer lo que me naciera en el momento, esto me ha llevado a estar en situaciones que jamás estuve, hasta un posible trio en varias ocasiones ha salido a su posible realización y cada vez que esto sucede es una sensación de naturalidad sensual por el momento en sí que por mi mismo, o los posibles besos, roces y conversaciones sinceras de sentimientos del pasado.

Todo este embrollo en mi cabeza hace que lleve a cabo cosas que por lo regular siempre pienso y mucho antes de actuar.

La palabra cancer apareció en el diagnostico una semana antes de mi cumpleaños #29, unos días difíciles, de hecho los peores hasta el momento, fue cuando aparecieron mis ataques de ansiedad nocturnos y donde el insomnio y la depresión comenzaron a llegar.

Esos días quedaron muy rápidos en el pasado, no iba a perder tiempo  en vez de disfrutar la salud que aún sigo teniendo, no sé en que punto todo empeore pero hasta el momento no ha estado tan mal como me han dibujado el panorama.

Antes de mi tiroidectomia total las fiestas no se hicieron esperar, hasta 4 fiestas en una semana y obviamente la de los fines eran las mejores.

En  cada una de ellas algo aumentaba, una sensualidad en el ambiente, cada reunión tenía la sensación que algo podría pasar con alguno de los invitados entre ellos algunos de mis amigos.
Es divertido no puedo negarlo, sobre todo cuando se juega en complicidad. entre estos chicos está jaime, este chico que hace tiempo me volvía loco, por los giros de la vida forma parte del circulo de nuevo, y su heteroflexibilidad está más presente que nunca, me agrada saber que ha ganado confianza para hacer lo que quiera pero si me da un poco de temor que a veces su atención de juego se vaya dirigiendo a mi, lo que sentí por el no quiero sentirlo de nuevo, no sé si en verdad llegue a pasar algo por que le gusta jugar a " excitarme" o al menos lo intenta, es gracioso verlo haciéndolo, a veces me pone en una situación muy difícil de resistir. Lo que no me agrada es que deba estar algo ebrio para hacerlo, aunque a veces siento que miente en cuanto a su nivel de borracho, lo usa como medio para desinhibirse.

En una de estas reuniones tan peculiares conocí a este chico, que me pareció lindo desde que lo vi, muy audaz y con un aire de confianza que atrajo m atención, lo conocí en un lugar llamado "el mercadito" un jueves a las 6 de la tarde, para las 9 de la noche me encontraba besándolo en su cuarto y con otro amigo viéndonos, debo decir que fue una experiencia muy buena, tener a este chico para mi placer fue delicioso, estar dentro de el fue fascinante. La cosa se repitió una vez más varios días después pero ese día fue un día en el cual parece sacado de una película, terminamos en una casa llena de chavos con experiencia laboral con drogas, los temas de conversación eran imposibles de digerir, nunca había escuchado hablar con tanta naturalidad sobre vivir de ello. Son perspectivas del mundo muy ajenas a mi realidad pero el simple hecho de llegar a ese punto fue claro que existía un limite para divertirse.

Optamos por quedarnos en el mismo circulo de amigos, e invitar a otro a reunirse de vez en cuando pero salirse demasiado del entorno podría ser una experiencia muy extraña.



Esto es parte de mis días, todos estos pensamiento, ideas y vivencias que esta situación me hace decir, pensar y sobretodo hacer. solo me hace preguntar  ¿Por qué no lo hice antes?  ¿tenía que llegar a esto para hacer lo que quisiera y decir lo que pensara.?





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